domingo, 30 de junio de 2013
La manzanilla
Una de las hierbas más conocidas y utilizadas dentro del herbario popular es, sin duda, la manzanilla. Esto se debe a la gran cantidad de propiedades que esta planta tiene, tanto para la salud, como para tratamientos estéticos.
Investigaciones científicas realizadas recientemente sobre los beneficios de la manzanilla han respaldado los usos tradicionales que se le adjudican, indicado que esta hierba posee propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, antialérgicas y sedantes, entre otras.
La manzanilla también posee importantes propiedades digestivas, el consumir una taza de té de manzanilla luego de las comidas ayuda a una mejor digestión y a aliviar dolores estomacales, así como calmar las náuseas que producen los vómitos. Es ideal el consumo de la manzanilla en tratamientos para la gastritis o úlceras estomacales.
Gracias a sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, la manzanilla se utiliza para tratar todo tipo de afecciones respiratorias y síntomas del resfriado, como asma y bronquitis, fiebre alta.
La manzanilla posee importantes propiedades sedantes, por lo que si tienes problemas para dormir puedes beber una taza de té todas las noches, y tus sueños serán más profundos. Esta propiedad relajante de la manzanilla también es muy efectiva para calmar dolores menstruales.
martes, 25 de junio de 2013
Regalo del concurso del club de lectura
¡Hola a todos!
¡Buenas tardes!
Esta mañana he recibido un regalo de un concurso del club de lectura en el que participo, es la primera vez que me toca y me encantan todos los regalitos, son preciosos.
Aquí está la foto:
* Unas pincitas de mariposas.
* Un paquete de pañuelos de billetes... ¡soy rica! jaja.
¡Ahora ya tengo unas cosas de las que presumir!
A ver si tengo suerte en el próximo concurso de lectura, aunque he de reconocer que este último fue algo complicado. Versaba sobre el libro La isla de las mil fuentes de Sarah Lark. A mí ese libro me gustó mucho, interesante, no pude dejar de leerlo.
¿Alguno de vosotros lo ha leído? ¿Qué os ha parecido?
¡Buenas tardes!
Esta mañana he recibido un regalo de un concurso del club de lectura en el que participo, es la primera vez que me toca y me encantan todos los regalitos, son preciosos.
Aquí está la foto:
Estaba tan emocionada que abrí el sobre y le enseñé el contenido a la cartera que también le gustaron, pero no os vayáis a creer que le he dado algo, jaja.
Os hago una lista de los regalitos:
* Un broche doble que sirve como adorno o para el pelo en forma de tortuga.
* Una bolsita con 3 hilos, los colores son granate, gris oscuro y azul claro.
* Un amirogumi de un pollito con su cascarón, más simpático...
* Una flor azul de fieltro.
* Una libretita.
* Unos pendientes en forma de rosa.* Unas pincitas de mariposas.
* Un paquete de pañuelos de billetes... ¡soy rica! jaja.
¡Ahora ya tengo unas cosas de las que presumir!
A ver si tengo suerte en el próximo concurso de lectura, aunque he de reconocer que este último fue algo complicado. Versaba sobre el libro La isla de las mil fuentes de Sarah Lark. A mí ese libro me gustó mucho, interesante, no pude dejar de leerlo.
¿Alguno de vosotros lo ha leído? ¿Qué os ha parecido?
sábado, 22 de junio de 2013
Insecticidas naturales y plantas que ayudan en la huerta
Cómo combatir plagas naturalmente?
La jardinería orgánica se basa en técnicas para combatir plagas y enfermedades de la huerta y el jardín mediante la utilización de preparados caseros en las que se utilizan plantas o partes de ellas. A estos preparados se los denomina remedios ecológicos, debido a que no dañan al medio ambiente por ser naturales y reemplazan a los peligrosos pesticidas. Otra herramienta incluye plantar especies que por su olor alteran el comportamiento normal de ciertas plagas, como también así alimentar el suelo con productos orgánicos, entre estos el compost, abonos de lombriz, harina de huesos, resaca de los ríos, etc.
Preparados caseros:
• Purín de ortigas: se realiza dejando reposar en medio litro de agua dos o tres puñados de ortigas, durante cuatro o cinco días. Luego se hace una dilución de una parte del purín con diez partes de agua y se aplica. Este purín de ortigas combate pulgones y el té de hojas de ortiga se usa como fertilizante.
• Infusión de ajo: se realiza dejando remojar dientes de ajo durante 24 horas. Luego de la preparación se cocina durante 20 minutos a fuego lento, se deja enfriar y se aplica. Se utiliza para ahuyentar pulgones. Para combatir hormigas, se aconseja regar durante varios días con esta solución de agua tibia los lugares frecuentados por las hormigas.
• Infusión de cáscara de cebolla: se separan las cáscaras de dos o tres cebollas a las que se agrega un litro de agua caliente. Se deja reposar durante24 horas aplica para ahuyentar pulgones y controlar hongos.
• Infusión de Tabaco: Juntar varias colillas de cigarrillos sin ceniza y verter sobre ellos en un recipiente un litro de agua. Dejar que la nicotina salga y se mezcle con el agua. Filtrar al día siguiente y aplicar. Se usa para combatir pulgones y cochinillas pasándolos por las hojas afectadas con un algodón embebido en el agua de nicotina. También se puede pulverizar. Para favorecer la adherencia se puede agregar una cucharada sopera de jabón blanco rallado. Esta preparación también combate la arañuela roja.
• Polvo de hornear: Se mezcla una cucharada de polvo de hornear con un litro de agua y se agrega ralladura de jabón blanco. Este preparado sirve para combatir pulgones, cochinilla y oidium. El tratamiento se realiza durante tres meses, repitiendo cada siete días. A la preparación se le pueden agregar 60 gramos de tabaco con dos cucharadas de jabón blanco rallado y usarlo como preventivo.
• Alcohol de Ajo: colocar seis dientes de ajo en la licuadora con medio litro de alcohol fino y medio litro de agua. Licuar tres minutos. Colocarlo en una tela y envasar en una botella tapada y colocándola en heladera, ya que el frío potencia el efecto insecticida del ajo. Para usarlo como curativo, pulverizar las plantas y el suelo, realizando varias aplicaciones. También se puede agregar ralladura de jabón a esta aplicación.
• Babosas, caracoles y bichos bolitas se eliminan con cerveza. Enterrar al ras del suelo tapas de frascos de café o latas cortadas por la mitad llenas de cerveza. Los caracoles, babosas y los bichos bolitas atraídos por el fuerte olor caen en la cerveza. También se puede usar hojas de repollo que se esparcen por el lugar donde habitan estos insectos. e coloca una hoja de repollo con un ladrillo encima, y se levante diariamente para ir eliminando los bichitos.
• Para combatir las hormigas, se machaca y macera en agua por 15 días frutos de paraíso (Melia Azedarach). El resultado es un fermento que regado en el suelo es repelente de hormigas. Se debe mantener alejado de los niños. También se puede mezclar pimienta blanca y agua en partes iguales, pulverizar y pintar los troncos de las plantas.
• Otra solución es hacer una infusión de 300 gramos de hojas frescas de lavanda con un litro de agua y pulverizar. También se puede realizar un purín de hojas de roble ( Quercus robus, ilex o palustris) y pulverizar sobre las plantas atacadas.
• Los gusanos, orugas cortadoras y mosca blanca: para controlarlas se pican 90 gramos de ajo más dos cucharadas de aceite mineral y se deja reposar durante 24 horas. Luego se agrega medio litro de agua más ralladura de jabón blanco, mezclar bien y aplicar.
• Para larvas de mariposa se recomienda agregar un litro de agua caliente a dos cucharadas de hojas de salvia picada. Dejar reposar diez minutos, filtrar y luego aplicar.
• Si se presentan hongos en rosales, para que no dañen las plantas hacer una infusión de cola de caballo (Equisetum arvense), dejar reposar y luego aplicar sobre suelo y plantas. También se recomienda la infusión de manzanilla, flores secas o frescas. Esta se realiza colocando 250 gramos de flores en un litro de agua, se deja reposar y se aplica.
• Para el caso de animales domésticos que suelen causar daños al hacer sus necesidades, se recomienda colocar bolitas de naftalina donde remueven la tierra para hacer sus necesidades.
Plantas que nos ayudan
• La ciboulette (Allium Schoenoprascum) tiene efecto benéfico sobre los rosales y frutales, evitando hongos como la mancha negra, oidium y no permite que se acerquen insectos dañinos. Si se entierran dientes de ajo junto a los rosales se evita la presencia de pulgones. Varias plagas se combaten plantando ajo, tagetes y perejil entre medio de las plantaciones que se desea proteger. Los tagetes (copetes) atraen los abejorros que son enemigos de los pulgones. Mientras que los crisantemos, las dalias, aster, taco de reina y aromáticas en general, repelen insectos y funcionan como plantas trampas.
• La Menta piperita aleja hormigas y lauchas por su fuerte olor. En el caso de plantarse juntas albahaca y coles repelen numerosos insectos, mientras que la mosca de la remolacha se combate sembrando porotos al lado de esta hortaliza.
• Un efecto especial tiene la Achilea millefolium, ya que cuando se las planta entre aromáticas intensifica su sabor y aleja plagas. El ajenjo cerca de la zanahoria aleja la mosca blanca.
• El tanasetum ahuyenta moscas, mosquitos y rechaza hongos, al tiempo que las plantas de acopio colocadas cerca del coliflor protegen este último del ataque de una diversidad de insectos.
Guía de siembra
Os traigo esta guía de siembra, espero que os sea útil.
Los meses en paréntesis son para el hemisferio Norte (España, México, etc).
Los meses en paréntesis son para el hemisferio Norte (España, México, etc).
viernes, 21 de junio de 2013
Enraizadores, fertilizantes, insecticidas y funguicidas naturales
Enraizadores
Bien, tienes un árbol o alguna otra planta que te agrade mucho. Si tienes ganas de compartir o aumentar su producción puedes hacer esquejes sin buscar hormonas en algún lugar más que en lo natural:
Lentejas. Ponerlas en un recipiente con agua, la medida es una taza de lentejas por cuatro de agua, es como la receta del arroz para comer. En fin, una vez preparado las dejarás unos cuantos días dos mínimo. Después cuela la solución. El resultado es agua poderosísima con muchas enzimas que las lentejas han soltado y promoverán raíces.
Trigo y maíz. Las abuelas de muchos utilizaban trigo y maíz para multiplicar sus plantas. En la parte inferior hacían un corte y ponían un garbanzo o maíz para que la planta soltara raíz. Otra forma es aplicar una receta similar a la anterior, en este caso será una taza de maíz (o trigo) por dos de agua.
Alpiste. De forma similar a las dos anteriores, hacer una solución con el alpiste, remojar los esquejes por un minuto y pasarlos a tierra.
Miel y piloncillo. Efectivamente, la miel y el piloncillo (en Venezuela le dicen papelón) sirven como promotores de raíces. Después de hacer el esqueje la punta inferior se mojará con un poco de miel, enseguida se debe plantar.
Sauce llorón. Requieres ramitas que aún mantengan su corteza y salvia. Deja reposar en agua durante tres semanas. El agua resultante será promotora de raíces. Es importante que no las dejes más tiempo pues si comienzan a enraizar absorberán las propiedades que habían dejado en el agua.
Fertilizantes
Solución rica en Potasio (floración y fructificación)
Requieres:
3 cáscaras de plátano
1 litro de agua
2 cucharadas de azúcar
Hervir durante unos minutos, colar y diluir en agua a razón de 1 a 2. Aplicar semanalmente en forma de riego.
Aporte de Fosforo (floración y fructificación)
Agregar cenizas de madera
Preparado de frutas, verduras y pasto (fertilizante líquido)
3 kg de restos de frutas, verduras y pasto
500 gr de azúcar
Ponerlos en un balde y dejarlos fermentar por 7 días (Los restos deben ser trozos pequeños). Se formará un lixiviado en la parte inferior del balde con olor a alcohol debido a la fermentación este lixiviado se debe diluír a razón de 100 cc en 2 litros de agua.
Insecticidas y funguicidas
El rociar canela en polvo puede ser un modo preventivo contra hongos.
Fungicida a base de leche:
Mezclar una taza de leche entera con 10 de agua. Aplicar.
Contra las babosas:
Triturar cáscaras de huevo secas. Esparcirlas alrededor de la planta.
Contra pulgones y control de hongos:
2 cebollas
1 litro de agua
Separar en capas las cebollas y hecharlas en un litro de agua caliente. Después de 24 hrs. se puede aplicar la solución resultante.
Infusión de ajo (contra la mosca blanca)
5 dientes de ajo
1 litro de agua
Dejar remojar durante un día completo (24 hrs) los dientes de ajo. Luego, poner a fuego lento durante 20 minutos dejar enfriar. La solución se puede aplicar con un atomizador. Además de alejar las moscas blancas, puede ahuyentar pulgones y hormigas.
Una profesión olvidada: Los despertadores
Os traigo una curiosidad:
Una profesión olvidada:
En los tiempos previos a que existieran los despertadores eran muy asequibles, la gente como Mary Smith de Brentonen para trabajar en la calle, fueron empleados para despertar a las personas que dormían en las primeras horas de la mañana.
La señora Smith ganaba seis peniques por semana por disparar guisantes secos en las ventanas de los trabajadores del mercado en Limehouse Fields, Londres.
LOS DESPERTADORES...
Una profesión olvidada:
En los tiempos previos a que existieran los despertadores eran muy asequibles, la gente como Mary Smith de Brentonen para trabajar en la calle, fueron empleados para despertar a las personas que dormían en las primeras horas de la mañana.
La señora Smith ganaba seis peniques por semana por disparar guisantes secos en las ventanas de los trabajadores del mercado en Limehouse Fields, Londres.
Fotografía de Philip Davies, a finales de 1800
Y vosotros, ¿conocíais esta profesión?
sábado, 15 de junio de 2013
La leyenda del Ñandubay (Prosopis algarrobilla)
Narra la tradición oral que, hace ya siglos, una poderosa tribu guaraní estuvo gobernada por un cacique de indiscutible bravura, mas de durísimo corazón, llamado Corumbé, a quien el infortunio ajeno le era totalmente indiferente.
Corumbé era padre de una doncella de una hermosura esplendorosa: la tierna y dulce Ivotí, único ser que en el mundo él amaba, aunque a su manera, con fiero egoísmo; y cuyos muchos encantos desvelaban a los más sobresalientes guerreros de la tribu.
De entre ellos se destacaba, por su coraje, intrepidez, fuerza y destreza, Umanday, quien era ágil como el guazubirá, certero como una flecha, semejante al jaguar al saltar, y de agudeza visual que rivalizaba con la de los halcones.
Ciertamente que el corazón de la hermosa Ivotí no era insensible a los requerimientos del gallardo Umanday, con quien furtivamente cambiaba miradas llenas de amor, en cada oportunidad en que conseguían burlar la vigilancia del terrible padre de la jovencita.
Tras larga espera, el joven logró, una hermosa tarde de verano, encontrarse a solas con la amada indiecita, ya que el cacique se había ido de caza.
Pero, mientras se hallaban con las manos entrelazadas, diciéndose las más dulces palabras de amor, apareció Corumbé súbitamente en el claro del bosque, interrumpiendo con terribles y furiosos gritos y gesticulaciones la sublime escena.
-“¡Traidor!”-gritó el cacique yendo hacia el atónito Umanday- “¿Es así que me pagas la enorme confianza que siempre te he brindado? ¡Prepárate ya para dar cuentas de tu deslealtad a Tupá, pues te mataré en el acto como a una vil serpiente!”
-“Amo a tu hija, y deseo fervientemente desposarla, tan ciertamente como sé que ella me corresponde: tan solo en eso consiste mi delito. Puede matarme, si es que lo considera justo: acataré su designio, no me defenderé en forma alguna.
En ese momento, en el interior de Corumbé brotó una idea brutal, diabólica como todas las suyas:
-“Ya que afirmas que quieres tanto a mi hija, probaré si eres digno de ella. Tendrás que estar de pie en este mismo lugar, sin dar el mínimo paso, hasta que yo regrese, en tres días. Si desobedeces, la guardia que quedará en tu custodia te matará inmediatamente a flechazos. Pero, si permaneces firme, será tuya la mano de mi hija”.
-“Acepto”-respondió serenamente y con resolución Umanday.
Y fortalecida por el amor su natural integridad, esperó inmóvil que pasara el plazo marcado.
Anocheció. Amaneció. Volvió la noche, y amaneció de nuevo. Y el bravo muchacho seguía de pie. Jejenes y tábanos aguijoneaban incesantemente sus carnes.
Ardientes rayos del sol estival horadaban su cráneo. Despiadados cuervos revoloteaban amenazantes, cerrando cada vez más el círculo en torno a él.
Para no dormir, el indio se mordía los labios y clavaba las uñas en su pecho. Mas el sufrimiento y el cansancio iban doblando de a poco sus piernas, que pese a todo no se movían.
Expiró el plazo sin que Umanday, inconsciente, se percatara. Recién a los cinco días se presentó el inhumano cacique.
El joven ya no respiraba, mas proseguía erguido, firme. Estremecido de espanto, Corumbé le dio un violento empujón. Sin lograr abatirlo. Miró hacia abajo y advirtió que los pies del joven habían enraizado en la tierra; que sus retorcidas piernas se habían unido formando un durísimo tronco de grisácea cáscara, y que de su cabeza, brazos y cuerpo, brotaban ramas espinosas, también retorcidas y duras. Tupá había hecho un milagro: había nacido el ñandubay, árbol recio y sufrido como el indio que lo sustentara con su cuerpo y sangre bravíos e indomables.
“Un pequeño trozo de ñandubay , entre las cenizas del fogón, lentamente se iba consumiendo. Poca llama salía de sus ascuas, pero cantaba suavemente el agua de la pava, y podría seguir cantando así durante muchas horas, antes de que se apagase el fuego.
No muy lejos estaba un gran montón de paja; y la misma brisa que, al correr por la llanura, de vez en cuando avivaba el resplandor de la brasa, susurró al oído del trozo de leña lo que en tono de desprecio venía diciendo él de la paja:
-No sé cómo se llamará esto -decía-, pero seguramente da más compasión que calor. Casi tengo ganas de ofrecerle mi ayuda para enseñarle lo que es fuego.
De acuerdo con el ñandubay , la brisa, soplando fuerte, echó encima del fogón todo el montón de paja.
Soberbia fue la llamarada, pero tan rápida pasó y se extinguió tan pronto, que dejó apenas una ceniza liviana, sin haber siquiera conseguido hacer hervir el agua. Y con calma se siguió consumiendo el pequeño trozo de leña, haciendo suavemente cantar durante muchas horas todavía el agua en la pava. Lo que vale en la vida es el esfuerzo que dura."
(Daireaux, Godofredo (1839-1916): Fábulas Argentinas, Biblioteca Virtual Cervantes)
Corumbé era padre de una doncella de una hermosura esplendorosa: la tierna y dulce Ivotí, único ser que en el mundo él amaba, aunque a su manera, con fiero egoísmo; y cuyos muchos encantos desvelaban a los más sobresalientes guerreros de la tribu.
De entre ellos se destacaba, por su coraje, intrepidez, fuerza y destreza, Umanday, quien era ágil como el guazubirá, certero como una flecha, semejante al jaguar al saltar, y de agudeza visual que rivalizaba con la de los halcones.
Ciertamente que el corazón de la hermosa Ivotí no era insensible a los requerimientos del gallardo Umanday, con quien furtivamente cambiaba miradas llenas de amor, en cada oportunidad en que conseguían burlar la vigilancia del terrible padre de la jovencita.
Tras larga espera, el joven logró, una hermosa tarde de verano, encontrarse a solas con la amada indiecita, ya que el cacique se había ido de caza.
Pero, mientras se hallaban con las manos entrelazadas, diciéndose las más dulces palabras de amor, apareció Corumbé súbitamente en el claro del bosque, interrumpiendo con terribles y furiosos gritos y gesticulaciones la sublime escena.
-“¡Traidor!”-gritó el cacique yendo hacia el atónito Umanday- “¿Es así que me pagas la enorme confianza que siempre te he brindado? ¡Prepárate ya para dar cuentas de tu deslealtad a Tupá, pues te mataré en el acto como a una vil serpiente!”
-“Amo a tu hija, y deseo fervientemente desposarla, tan ciertamente como sé que ella me corresponde: tan solo en eso consiste mi delito. Puede matarme, si es que lo considera justo: acataré su designio, no me defenderé en forma alguna.
En ese momento, en el interior de Corumbé brotó una idea brutal, diabólica como todas las suyas:
-“Ya que afirmas que quieres tanto a mi hija, probaré si eres digno de ella. Tendrás que estar de pie en este mismo lugar, sin dar el mínimo paso, hasta que yo regrese, en tres días. Si desobedeces, la guardia que quedará en tu custodia te matará inmediatamente a flechazos. Pero, si permaneces firme, será tuya la mano de mi hija”.
-“Acepto”-respondió serenamente y con resolución Umanday.
Y fortalecida por el amor su natural integridad, esperó inmóvil que pasara el plazo marcado.
Anocheció. Amaneció. Volvió la noche, y amaneció de nuevo. Y el bravo muchacho seguía de pie. Jejenes y tábanos aguijoneaban incesantemente sus carnes.
Ardientes rayos del sol estival horadaban su cráneo. Despiadados cuervos revoloteaban amenazantes, cerrando cada vez más el círculo en torno a él.
Para no dormir, el indio se mordía los labios y clavaba las uñas en su pecho. Mas el sufrimiento y el cansancio iban doblando de a poco sus piernas, que pese a todo no se movían.
Expiró el plazo sin que Umanday, inconsciente, se percatara. Recién a los cinco días se presentó el inhumano cacique.
El joven ya no respiraba, mas proseguía erguido, firme. Estremecido de espanto, Corumbé le dio un violento empujón. Sin lograr abatirlo. Miró hacia abajo y advirtió que los pies del joven habían enraizado en la tierra; que sus retorcidas piernas se habían unido formando un durísimo tronco de grisácea cáscara, y que de su cabeza, brazos y cuerpo, brotaban ramas espinosas, también retorcidas y duras. Tupá había hecho un milagro: había nacido el ñandubay, árbol recio y sufrido como el indio que lo sustentara con su cuerpo y sangre bravíos e indomables.
Fábula: El ñandubay y la paja
“Un pequeño trozo de ñandubay , entre las cenizas del fogón, lentamente se iba consumiendo. Poca llama salía de sus ascuas, pero cantaba suavemente el agua de la pava, y podría seguir cantando así durante muchas horas, antes de que se apagase el fuego.
No muy lejos estaba un gran montón de paja; y la misma brisa que, al correr por la llanura, de vez en cuando avivaba el resplandor de la brasa, susurró al oído del trozo de leña lo que en tono de desprecio venía diciendo él de la paja:
-No sé cómo se llamará esto -decía-, pero seguramente da más compasión que calor. Casi tengo ganas de ofrecerle mi ayuda para enseñarle lo que es fuego.
De acuerdo con el ñandubay , la brisa, soplando fuerte, echó encima del fogón todo el montón de paja.
Soberbia fue la llamarada, pero tan rápida pasó y se extinguió tan pronto, que dejó apenas una ceniza liviana, sin haber siquiera conseguido hacer hervir el agua. Y con calma se siguió consumiendo el pequeño trozo de leña, haciendo suavemente cantar durante muchas horas todavía el agua en la pava. Lo que vale en la vida es el esfuerzo que dura."
(Daireaux, Godofredo (1839-1916): Fábulas Argentinas, Biblioteca Virtual Cervantes)
M.c.m.
viernes, 14 de junio de 2013
La fábula de El río y el torrente
Tan terrible aspecto tenía el torrente, que los habitantes de la comarca jamás lo habían cruzado. Sentían verdadero pánico por el torrente.
Nadie había osado pasar a la otra orilla, cuando un hombre, un ladrón que había robado una suma de dinero, se encontró al borde de las aguas, y perseguido por los habitantes de la localidad.
Sin tener otra solución, decidió meterse en las terroríficas aguas del torrente. Apenas hubo entrado en ellas, el hombre se dio cuenta de que no eran tan turbulentas como parecía, y que no entrañaban peligro.
Cierto que se trataba de una corriente que producía gran ruido y muchas olas, pero no había mucha profundidad ni la corriente arrastraba demasiado, o sea que pudo pasar a la otra orilla sin muchas dificultades, y así salvarse de sus perseguidores.
Contento con su suerte, el ladrón decidió robar de nuevo, y al cabo de pocos días, se vio perseguido otra vez por las mismas gentes. Esta vez llegó a la orilla de un río manso en apariencia.
Sus aguas se deslizaban tranquilas y apacibles, y el ladrón al meterse en ellas, no sintió ningún miedo. Puso sus pies en el interior del agua, llegando a ella por una playa sin roca alguna.
Pero en cuanto hubo entrado en el río se dio cuenta de su error. La profundidad del río era muy grande, y la velocidad de la corriente muy rápida. Remolinos de agua internos agitaban las profundidades de las aguas.
El hombre hizo muchos esfuerzos para tratar de alcanzar la otra orilla, pero tuvo muy poca suerte y pereció ahogado en unas aguas tan tranquilas en apariencia.
Moraleja:
Esto nos enseña que hay que desconfiar de las apariencias. Las personas que aparecen apacibles pueden entrañar un corazón violento; y las que en apariencia son como el torrente del pueblo que acabamos de ver, puede que en el fondo sean tan inofensivas como ratoncillos.
La verdadera esencia de las personas está en su alma, no en su aspecto externo.
M.c.m.
domingo, 2 de junio de 2013
El valor de las cosas pequeñas
Una amiga escribió esto que me ha encantado y me gustaría compartirlo con vosotros.
Tendemos a no valorar las pequeñas cosas cotidianas que se nos presentan, y sólo les damos importancia cuando sentimos su ausencia. Quizás por cotidiano, jamás celebramos la salida del sol. Solo lo añoramos cuando, en nuestras vacaciones en la playa, no se hace presente por varios días.
Maldecimos la lluvia porque nos obliga al tedioso trabajo de cargar con el paraguas y desluce nuestros zapatos. Sólo le damos importancia cuando la sequía nos consume, o cuando, por unas pocas horas, falta el agua en nuestras canillas.
Esperando quizás el “gran espectáculo” nos perdemos de vivir los pequeños espectáculos que la naturaleza nos presenta día a día. Hay quienes piensan que cuanto más se sabe de fenómenos que ocurren a diario, menos se disfruta de ellos. Que el sabio disfruta menos que el neófito de los sucesos naturales. Pero no todo es así; todo lo contrario. Cuanto más se sabe, más sorprendente parece.
Cuanto más se sabe, más milagroso parece. Si no aprendemos a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas de la vida, que es lo que conocemos… ¿Podremos ser capaces de disfrutar plenamente cuando se nos presente algo diferente?…
Dejemos de esperar el “gran milagro”.
Gocemos a diario de los “pequeños milagros” que, día a día, se abren a nuestro paso. Después de todo… ¿No será que el gran milagro es la conjunción de todos esos más pequeños?. A lo mejor el gran milagro consiste en encontrar la felicidad en las pequeñas cosas de todos los días de nuestra vida.
…Y así en la búsqueda de nuevas oportunidades, llenos de insatisfacción muchas veces no nos damos cuenta del verdadero valor de las personas y de las cosas que pasaron por nuestro camino. Lo lamentable es que por no darnos cuenta a tiempo luego cuando las perdemos queremos volver atrás y ya es tarde muy tarde… La vida nos da todo lo necesario para que seamos felices, sólo que nos damos cuenta cuando ya no lo somos.
¿Vosotros qué opináis? ¿Estáis de acuerdo?
El valor de las cosas pequeñas
Tendemos a no valorar las pequeñas cosas cotidianas que se nos presentan, y sólo les damos importancia cuando sentimos su ausencia. Quizás por cotidiano, jamás celebramos la salida del sol. Solo lo añoramos cuando, en nuestras vacaciones en la playa, no se hace presente por varios días.
Maldecimos la lluvia porque nos obliga al tedioso trabajo de cargar con el paraguas y desluce nuestros zapatos. Sólo le damos importancia cuando la sequía nos consume, o cuando, por unas pocas horas, falta el agua en nuestras canillas.
Esperando quizás el “gran espectáculo” nos perdemos de vivir los pequeños espectáculos que la naturaleza nos presenta día a día. Hay quienes piensan que cuanto más se sabe de fenómenos que ocurren a diario, menos se disfruta de ellos. Que el sabio disfruta menos que el neófito de los sucesos naturales. Pero no todo es así; todo lo contrario. Cuanto más se sabe, más sorprendente parece.
Cuanto más se sabe, más milagroso parece. Si no aprendemos a disfrutar de las pequeñas cosas cotidianas de la vida, que es lo que conocemos… ¿Podremos ser capaces de disfrutar plenamente cuando se nos presente algo diferente?…
Dejemos de esperar el “gran milagro”.
Gocemos a diario de los “pequeños milagros” que, día a día, se abren a nuestro paso. Después de todo… ¿No será que el gran milagro es la conjunción de todos esos más pequeños?. A lo mejor el gran milagro consiste en encontrar la felicidad en las pequeñas cosas de todos los días de nuestra vida.
…Y así en la búsqueda de nuevas oportunidades, llenos de insatisfacción muchas veces no nos damos cuenta del verdadero valor de las personas y de las cosas que pasaron por nuestro camino. Lo lamentable es que por no darnos cuenta a tiempo luego cuando las perdemos queremos volver atrás y ya es tarde muy tarde… La vida nos da todo lo necesario para que seamos felices, sólo que nos damos cuenta cuando ya no lo somos.
¿Vosotros qué opináis? ¿Estáis de acuerdo?
M.c.m.
Menú del día
¡Hola a todos!
Hoy me he levantado y he pensado: ¿qué voy a hacer para comer? La duda de todos los días... así que aquí os traigo unas cuantas recetas, ¿cuál vais a hacer?
Para empezar un menú:
La preparación paso a paso:
La mantequilla se pone en un cuenco y se introduce en el horno microondas durante un minuto al 100% de potencia para que se derrita. A continuación se añaden los dientes de ajo picados muy finos y se mete de nuevo en el horno, conectado a la máxima potencia, esta vez durante tres minutos. Conviene revolver al menos una vez en este tiempo para que no se queme.
Pasado este tiempo, se incorpora el arroz, removiéndolo con una cuchara de madera para que se mezcle bien con la salsa. Se vierte sobre él el agua salada hirviendo, se remueve y se introduce en el microondas para que se cocine al 100% de potencia durante 13 minutos. Debe reposar unos minutos a fin de que el arroz quede bien seco; después se pasa a un molde tipo corona, se aprieta bien y se vuelca sobre la fuente de servir. Se reserva.
Se calienta una bandeja doradora durante unos siete minutos en el microondas. Mientras tanto, se pelan los plátanos, se parten a lo largo en dos trozos, se engrasan ligeramente y cuando tengamos la bandeja doradora bien caliente se fríen sobre ella, durante dos minutos al 100% de potencia. Se les da la vuelta, cuidando de que no se deshagan, y se fríen por el otro lado un minuto más. Se adorna la corona de arroz con los plátanos alrededor y se sirve acompañado de huevos fritos.
Ingredientes para 4 personas:
1 taza y media de arroz, 3 tazas de agua, 3 cucharadas de mantequilla, 2 plátanos, 2 dientes de ajo, sal.
Los canelones deben cocer durante 10 minutos. Luego,
se sumergen en agua fría y a continuación se extienden sobre un paño de
cocina limpio para que se sequen bien. Una vez secos, se colocan en una
superficie lisa, se pone en cada uno el relleno y se enrollan con
cuidado. Pueden sujetarse con un palillo para evitar que se abran.
La preparación paso a paso:
Una vez cocidos los canelones como se ha indicado en su primera receta, se procede a rellenarlos. Para ello, se pone a calentar en una sartén un poco de aceite y se fríe la cebolla picada menuda. Ya frita, se le agrega la ternera picada —adobada con un diente de ajo y perejil machacados— y el jamón, también troceado. Se rehoga todo, se añade el vino blanco y se sazona de sal, dejándolo cocer lentamente hasta que se haya consumido el vino. Entonces se incorpora el pan rallado y el huevo un poco batido.
Se deja enfriar este preparado y se rellenan con él los canelones. Una vez rellenos, se colocan en una fuente refractaria, unos al lado de otros, y se cubren con la salsa de tomate, espolvoreándolos con queso parmesano rallado y pequeñas porciones de mantequilla. Se introducen en el horno hasta que estén gratinados y se sirven muy calientes.
Ingredientes para 4 personas:
24 canelones, 200 g de ternera picada, 50 g de jamón serrano, 1 cucharada de pan rallado,1 cucharadita de mantequilla, 1/2 vaso de vino blanco, salsa de tomate, 1 cebolla pequeña, 1 diente de ajo,queso parmesano rallado, 1 huevo, perejil, aceite, sal.
Hoy me he levantado y he pensado: ¿qué voy a hacer para comer? La duda de todos los días... así que aquí os traigo unas cuantas recetas, ¿cuál vais a hacer?
Para empezar un menú:
Primer plato: Arroz a la cubana
El arroz es símbolo de prosperidad en varias
culturas (por eso en la nuestra se lanza a los recién casados).
Concebido como un regalo del cielo, cuenta la leyenda que crecía
espontáneamente, sin necesidad de la intervención humana. Pero la
ambición del hombre y el poco agradecimiento que este mostró por tan
preciado don enojó a los dioses. De modo que, como castigo, la tierra
dejó de producirlo sin exigir a cambio las labores de su cultivo.
La preparación paso a paso:
La mantequilla se pone en un cuenco y se introduce en el horno microondas durante un minuto al 100% de potencia para que se derrita. A continuación se añaden los dientes de ajo picados muy finos y se mete de nuevo en el horno, conectado a la máxima potencia, esta vez durante tres minutos. Conviene revolver al menos una vez en este tiempo para que no se queme.
Pasado este tiempo, se incorpora el arroz, removiéndolo con una cuchara de madera para que se mezcle bien con la salsa. Se vierte sobre él el agua salada hirviendo, se remueve y se introduce en el microondas para que se cocine al 100% de potencia durante 13 minutos. Debe reposar unos minutos a fin de que el arroz quede bien seco; después se pasa a un molde tipo corona, se aprieta bien y se vuelca sobre la fuente de servir. Se reserva.
Se calienta una bandeja doradora durante unos siete minutos en el microondas. Mientras tanto, se pelan los plátanos, se parten a lo largo en dos trozos, se engrasan ligeramente y cuando tengamos la bandeja doradora bien caliente se fríen sobre ella, durante dos minutos al 100% de potencia. Se les da la vuelta, cuidando de que no se deshagan, y se fríen por el otro lado un minuto más. Se adorna la corona de arroz con los plátanos alrededor y se sirve acompañado de huevos fritos.
Ingredientes para 4 personas:
1 taza y media de arroz, 3 tazas de agua, 3 cucharadas de mantequilla, 2 plátanos, 2 dientes de ajo, sal.
Segundo plato: Canelones de carne
La preparación paso a paso:
Una vez cocidos los canelones como se ha indicado en su primera receta, se procede a rellenarlos. Para ello, se pone a calentar en una sartén un poco de aceite y se fríe la cebolla picada menuda. Ya frita, se le agrega la ternera picada —adobada con un diente de ajo y perejil machacados— y el jamón, también troceado. Se rehoga todo, se añade el vino blanco y se sazona de sal, dejándolo cocer lentamente hasta que se haya consumido el vino. Entonces se incorpora el pan rallado y el huevo un poco batido.
Se deja enfriar este preparado y se rellenan con él los canelones. Una vez rellenos, se colocan en una fuente refractaria, unos al lado de otros, y se cubren con la salsa de tomate, espolvoreándolos con queso parmesano rallado y pequeñas porciones de mantequilla. Se introducen en el horno hasta que estén gratinados y se sirven muy calientes.
Ingredientes para 4 personas:
24 canelones, 200 g de ternera picada, 50 g de jamón serrano, 1 cucharada de pan rallado,1 cucharadita de mantequilla, 1/2 vaso de vino blanco, salsa de tomate, 1 cebolla pequeña, 1 diente de ajo,queso parmesano rallado, 1 huevo, perejil, aceite, sal.
El postre: Quesada con frutas
Para preparar la quesada se mezcla en un cuenco el
requesón, el azúcar, la leche y un poco de canela en polvo. Luego, se
introduce el recipiente en el horno microondas —al 100% de potencia—
durante dos minutos.
Transcurrido este tiempo, se agregan las galletas —desmenuzadas— y las yemas de huevo, y se remueve para mezclarlo bien. Después, se incorporan poco a poco las claras —batidas a punto de nieve— con cuidado para que no se bajen; la crema obtenida se vierte sobre un molde untado con mantequilla y se introduce en el microondas —al 100% de potencia— durante ocho minutos.
Cuando esté cocida, se saca del horno, se deja enfriar y se desmolda. Se adorna con melocotones o con cualquier otra fruta; también puede servirse acompañada de crema de naranja o limón.
Ingredientes para 4 personas:
150 gr de azúcar, 150 gr de requesón, 4 huevos, 4 galletas tipo María, 1 taza de leche, melocotones en almíbar, mantequilla, canela en polvo.
Transcurrido este tiempo, se agregan las galletas —desmenuzadas— y las yemas de huevo, y se remueve para mezclarlo bien. Después, se incorporan poco a poco las claras —batidas a punto de nieve— con cuidado para que no se bajen; la crema obtenida se vierte sobre un molde untado con mantequilla y se introduce en el microondas —al 100% de potencia— durante ocho minutos.
Cuando esté cocida, se saca del horno, se deja enfriar y se desmolda. Se adorna con melocotones o con cualquier otra fruta; también puede servirse acompañada de crema de naranja o limón.
Ingredientes para 4 personas:
150 gr de azúcar, 150 gr de requesón, 4 huevos, 4 galletas tipo María, 1 taza de leche, melocotones en almíbar, mantequilla, canela en polvo.
M.c.m.
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